miércoles, 27 de febrero de 2019

1.18. Materia y energía


Todas las cosas de este mundo están hechas de materia. La podemos encontrar en tres estados: sólido, líquido y gaseoso. Pero ¿qué es la materia?, ¿de qué está formada? Las unidades que constituyen la materia se denominan átomos. Cuando los átomos se unen forman una molécula. Existen en total 109 átomos o elementos químicos diferentes.

     La materia en nuestro planeta

La materia es todo aquello que tiene masa e inercia y ocupa un lugar en el espacio. Todas las cosas están hechas de materia, las sólidas (como la piedra o el hierro), las líquidas (como el aceite o el mar) y las gaseosas (como el aire que respiramos).

    Cada estado de la materia tiene particularidades diferentes:

     La materia tiene las siguientes propiedades:

    Forma: depende del estado en que se encuentre la materia.

Masa: es la cantidad de materia que posee un cuerpo. Se mide en kilogramos, aunque también se emplean sus múltiplos o submúltiplos.

Volumen: es el espacio que ocupa la materia. Se mide en metros cúbicos, pero también se emplean sus múltiplos o submúltiplos.

Densidad: relaciona la cantidad de masa de la materia y el volumen que ocupa. Así, un metal y un trozo de corcho del mismo tamaño tienen el mismo volumen, pero su masa es diferente. La densidad se mide en unidades de masa respecto a unidades de volumen.

La materia cambia

La materia puede presentar más de un estado, en el caso del agua, los tres. Así, es líquida cuando se encuentra a temperaturas entre 0 y 100ºC, sólida, en forma de hielo, cuando se encuentra por debajo de los 0ºC, o gaseosa, en forma de vapor, cuando alcanza más de 100ºC.

El calor produce cambios de estado en la materia, que se denominan progresivos (cuando absorben calor) y regresivos (cuando desprenden calor). Los cambios que pueden darse son los siguientes:

·         Sólido a líquido: fusión.

·         Sólido a gas: sublimación.

·         Líquido a gas: vaporización.

·         Líquido a sólido: solidificación.

·         Gas a líquido: condensación o licuación.

·         Gas a sólido: sublimación inversa.

Por otra parte, dentro de la materia existen sustancias que son mezclas de más de un componente. Estas mezclas pueden ser homogéneas (disoluciones) como la leche, el agua del río o la mayonesa. Sus componentes no se pueden distinguir, y presentan composición y propiedades uniformes en todas sus partes. Pueden ser también heterogéneas como el cemento, el agua con aceite o la tierra con agua. Sus componentes se aprecian a simple vista o con ayuda de un microscopio, y las propiedades pueden variar en diferentes partes de la mezcla.

A pesar de lo que parece, los componentes de las mezclas no pierden sus propiedades (debido a que su combinación es aparente), pudiendo separarse por métodos físicos sencillos.

Los átomos y los elementos

La materia está compuesta por pequeñas partículas denominadas átomos. Los átomos no son esferas indivisibles e inmutables, sino que están formados por otras partículas más diminutas que se llaman partículas subatómicas. Las más importantes son protones, neutrones y electrones. Los protones y los neutrones se ubican en el núcleo del átomo, mientras que los electrones se sitúan en la corteza del núcleo y giran a gran velocidad en los orbitales.

Cuando se unen dos o más átomos se forma una molécula. Si las sustancias están formadas por átomos de dos o más elementos diferentes en proporciones definidas, se conocen como compuestos químicos. En cambio, si los átomos de una molécula son iguales se habla de elemento químico.

Todo lo que existe en la Tierra está formado por la combinación de uno o varios de los 109 elementos que existen, desde el agua o los seres vivos hasta cualquier mineral o vegetal, y están clasificados en la llamada tabla periódica de los elementos. En esta tabla los elementos se presentan en orden creciente de masa atómica, y se distribuyen en columnas o grupos y en filas o períodos.

Cada elemento se representa por medio de un símbolo, que casi siempre es la inicial o iniciales de su nombre. Por ejemplo, O para el oxígeno o N para el nitrógeno. Otros, en cambio, llevan las letras de su nombre pero en latín, como la plata (Ag).

Los compuestos

Los compuestos son dos o más tipos de elementos diferentes unidos entre sí mediante enlaces químicos. Toda la materia está formada por sustancias compuestas (formadas por diferentes átomos) y sustancias simples (formadas por átomos iguales). Por ejemplo, el agua es un compuesto de dos elementos que son el hidrógeno (H) y el oxígeno (O), en una proporción fija del 11% de hidrógeno y 89% de oxígeno.

La unión de dos sustancias diferentes puede dar origen a una nueva sustancia. Así, si juntamos el hierro y el azufre, la unión de sus átomos da como resultado el sulfuro de hierro. ¡Y este compuesto es totalmente diferente a cualquiera de las dos sustancias que lo originaron!

     Los principales grupos de compuestos inorgánicos son cuatro:

·         Ácidos. En su estructura poseen átomos de hidrógeno. Tienen sabor ácido parecido al del limón y neutralizan a las bases.

·         Bases. Poseen en su estructura el grupo funcional OH (hidroxilo). Tienen sabor amargo y neutralizan a los ácidos.

·         Sales. Se obtienen a partir de la reacción entre un ácido y un hidróxido.

·         Óxidos. Son combinaciones del oxígeno con los metales.

Propiedades de la materia

Para identificar las sustancias y determinar para qué pueden servir, hay que definir las propiedades de la materia que hacen que una sustancia y otra sean diferentes.

En la siguiente tabla se describen algunas de estas propiedades.

Maleabilidad y ductilidad
La materia es dúctil cuando se puede estirar en hilos o alambres.
La materia es maleable cuando se puede extender en planchas o láminas. Se puede moldear.
Viscosidad
Una sustancia viscosa es aquella que fluye o se desliza con dificultad. Por ejemplo, la miel es muy viscosa y en cambio el agua no.
Densidad
Aunque dos objetos tengan el mismo tamaño no tienen por qué tener la misma masa y por eso no pesarán lo mismo. El que sea más denso pesará más porque tiene más cantidad de materia en el mismo volumen. Un trozo de hierro y otro de esponja del mismo tamaño no pesan lo mismo porque tienen diferente densidad.
Elasticidad
La materia que es elástica puede deformarse y volver de nuevo a su estado original cuando cesa la fuerza que provocó la deformación. El chicle, por ejemplo, es un material muy elástico.
Conductividad
La conductividad es la propiedad de conducir el calor o la electricidad. Los metales son muy buenos conductores de la electricidad, la madera no.

La especie humana siempre ha aprovechado los materiales que se encontraban disponibles en la naturaleza y ha buscado sus diversas aplicaciones. La madera o el hierro, por ejemplo, son algunos de los más usados. Desde hace relativamente poco, un material se ha hecho imprescindible en nuestras vidas: el petróleo. Aunque es líquido, está considerado como una roca sedimentaria de origen orgánico. Se forma por acumulación de microorganismos marinos en cuencas de sedimentación que sufren importantes transformaciones químicas.

¿Sabías, por ejemplo, que el plástico proviene del petróleo? Son innumerables los productos que proceden del llamado "oro negro", cuyas reservas son limitadas (recurso natural no renovable), por lo que su consumo debe ser lo más racional posible para evitar que se agote. Se calcula que ya han sido descubiertas aproximadamente el 90 % de las reservas mundiales y en los últimos años están disminuyendo vertiginosamente.

Esta materia está compuesta sobre todo por hidrógeno y carbono y, por eso, también recibe el nombre de hidrocarburo. En su extracción se obtienen dos tipos básicos o principales de productos que generarán energía: el petróleo líquido, también llamado "crudo", y la fase gaseosa asociada, que es el gas natural.




Las sociedades desarrolladas generan cada día un mayor volumen de residuos sólidos urbanos, cuya acumulación, tratamiento y eliminación plantea gran controversia y graves problemas medioambientales. Resulta imprescindible aplicar la estrategia de las "tres erres": reducir la cantidad de residuos, reutilizar la mayor parte y reciclar todo lo que sea posible.

Cada vez es más necesario e importante reciclar los materiales que desechamos. Muchos objetos que consideramos inservibles se pueden transformar y aprovechar para convertirse en otros perfectamente utilizables (incluso rehacer los mismos). Si nos acostumbramos a reciclar materiales preservaremos el buen funcionamiento de nuestro entorno natural. Por ejemplo, si reciclamos papel no será necesario talar tantos bosques.

¿Pero cuáles son los materiales que se pueden reciclar?

  • El papel y los productos derivados se obtienen de las fibras de celulosa que forman parte de la madera.
  • El vidrio es un material 100% reciclable, que se puede usar una y otra vez para hacer nuevos envases. Los envases de vidrio pueden ser recuperados aun cuando estén rotos o en pedazos.
  • Los envases de plástico son fácilmente recuperables en su fuente de origen. Por otro lado su gran estabilidad química explica la resistencia de sus residuos en los vertederos lo que constituye un grave problema medioambiental.
  • El aluminio es un metal que se extrae de un mineral llamado bauxita mediante un proceso eléctrico. Al reciclarlo se ahorra el 95% de la energía necesaria para producir aluminio utilizando como materia prima la bauxita

Energía

La energía es una cualidad de los cuerpos que les permite transformarse o producir cambios en otros cuerpos. La energía puede manifestarse de muchas formas: mediante luz, calor y movimiento. Las variaciones de los estados físicos y químicos de cada cuerpo determinan cómo se manifiesta la energía. No obstante, sea cual sea la forma que adopte (eléctrica, magnética...), siempre se cumple el principio de conservación de la energía, que afirma que ésta ni se crea ni se destruye, sino que se transforma.

En muchas ocasiones los cuerpos adquieren energía mediante fuerzas que ocasionan desplazamientos. Esta forma de comunicar energía a los cuerpos se denomina trabajo. Así, cuando la energía que posee un cuerpo se manifiesta a través del trabajo, midiéndolo podremos saber la cantidad de energía que contiene ese cuerpo. Este principio funciona también en sentido contrario: si hemos realizado un trabajo sobre un cuerpo proporcionándole energía, al medirlo sabremos la cantidad de energía que permanece de forma latente en el cuerpo. Por todas estas razones, la energía y el trabajo se miden con las mismas unidades.

La energía se transforma adoptando diversas formas, aunque la cantidad total se conserva. En cualquier transformación parte de la energía se transfiere al entorno en forma de energía térmica. Esta energía térmica, al ser menos aprovechable, se considera energía degradada. Una bombilla doméstica como la de la ilustración consume 100 julios de energía eléctrica, que se transforman en 15 julios de energía luminosa y 85 julios de energía térmica.


    Las principales unidades de medida relacionadas con la energía son:

  • En el sistema internacional de unidades, la unidad de trabajo y de energía es el julio.
  • En física nuclear se utiliza como unidad el electronvoltio.
  • La potencia es el trabajo que realiza un sistema en una unidad de tiempo. Su unidad en el sistema internacional es el vatio.
  • Para la energía eléctrica empleamos como unidad de producción el kilovatio/hora.


El Sol es la fuente de casi toda la energía que se encuentra en nuestro planeta. Es el responsable de los vientos, de la evaporación de las aguas superficiales y de la formación de las nubes y las lluvias. Su calor y su luz son la base fundamental de numerosas reacciones químicas indispensables para el desarrollo de organismos unicelulares vegetales y animales, tanto de los actuales como de los que, con el paso de los siglos, dieron origen a los combustibles fósiles que utilizamos ahora.

El principio de conservación de la energía establece que ésta no se crea ni se destruye, solamente se transforma. El funcionamiento del medio natural implica la transformación y transferencia de la energía de unos seres vivos a otros. Los vegetales transforman la energía solar en energía química, que se acumula en sus células. Los animales herbívoros obtienen con el alimento de origen vegetal la energía química que almacenan en sus propias moléculas, y que será posteriormente transferida a los animales carnívoros. Esto significa que, para obtener energía, tenemos que tomarla de algún cuerpo que la tenga almacenada de manera que nos permita transformarla. A estos cuerpos se les llama fuentes de energía.

La Tierra posee una gran cantidad de energía, almacenada en distintas fuentes energéticas. Entre ellas podemos destacar el carbón, el petróleo, el gas natural, el uranio, el viento, el sol y el agua.


Las fuentes de energía se pueden clasificar en función de distintos criterios:

  • Según su renovabilidad.
  • Según su utilización.

Las fuentes de energía renovables son aquellas que, en teoría, no se agotarán nunca. Las más importantes son las procedentes del sol, del viento, del agua, de las mareas y de la biomasa.

Las fuentes de energía no renovables existen en cantidad limitada. Una vez agotadas las reservas del planeta, tardarán mucho en regenerarse; por eso hay que usarlas con prudencia. Las más comunes son: el carbón, el petróleo, el gas natural y la energía nuclear.

Según su utilización, se distingue entre fuentes de energía primaria y secundaria. Las primarias son las que se obtienen directamente de la naturaleza. Entre ellas estarían el carbón, el petróleo o el gas natural. Las secundarias, llamadas también útiles o finales, se obtienen a partir de las primarias mediante técnicas de transformación. La electricidad o los combustibles son dos buenos ejemplos.


Los tipos de energía que usamos con mayor frecuencia son:

  • Hidráulica. Se obtiene a partir del agua de los ríos. El agua se almacena en un embalse, y se deja caer desde gran altura sobre una turbina que al girar produce electricidad. Los mejores lugares para conseguirla son los saltos de agua de las presas.
  • Solar. Se genera en el Sol por un proceso de fusión nuclear y llega a la Tierra en forma de radiación electromagnética. El sol es una fuente inagotable que se aprovecha para producir energía térmica o electricidad.
  • Eólica. Es la energía generada por el viento. Fue una de las primeras que utilizó el ser humano, y hoy se emplea para el funcionamiento de molinos industriales, bombas y pequeñas dinamos.
  • Biomásica. Se obtiene de los compuestos orgánicos formados por procesos naturales. Por ejemplo, el biogás procedente de la fermentación de residuos o el alcohol obtenido por transformación de azúcares, son fuentes de energía biomásica.
  • Geotérmica. Es la energía que encierra la Tierra en forma de calor. El hombre la utiliza desde tiempos remotos. Para su obtención, se inyecta agua en el subsuelo de zonas donde el calor interno sea elevado. Al calentarse, el agua se transforma en vapor, que se utiliza para generar electricidad.
  • Maremotriz. Se aprovechan las mareas para generar electricidad.
  • Procedente de la combustión de carbón. El carbón es un combustible fósil, resultado final de una serie de transformaciones de restos vegetales que se acumularon durante el periodo Carbonífero de la Era Primaria. Existen cuatro tipos de carbón: antracita, hulla, lignito y turba.
  • Procedente de la combustión de petróleo. El petróleo es otro combustible fósil, líquido, de color muy oscuro, formado por una mezcla de hidrocarburos acompañada de azufre, oxígeno y nitrógeno en cantidades variables.
  • Procedente de la combustión de gas natural. El gas natural es una combinación de sustancias gaseosas combustibles: metano, etano, propano, butano, nitrógeno, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, helio y argón.


La energía nuclear, o energía atómica, se debe a dos fenómenos que producen la transformación de unos átomos en otros: la fisión nuclear y la fusión nuclear.

En la fisión nuclear, un núcleo pesado es bombardeado con neutrones hasta que se descompone en dos núcleos, siendo uno de ellos el doble de grande que el otro. Durante esta reacción se desprende gran cantidad de energía y se emiten dos o tres neutrones que, a su vez, pueden ocasionar más fisiones. Este efecto multiplicador se conoce con el nombre de reacción en cadena.

La fusión nuclear es la reacción opuesta. Dos núcleos muy ligeros se unen para formar un núcleo más pesado y estable, proceso en el que se libera gran cantidad de energía, superior a la liberada en un proceso de fisión. La necesidad de alcanzar altas temperaturas dificulta que la reacción se lleve a cabo con la tecnología actual.

Fisión Nuclear

La energía nuclear es potencialmente peligrosa. Esto significa que, si no se adoptan precauciones adecuadas, las radiaciones ionizantes que se desprenden en los procesos nucleares pueden perjudicarnos.

Ahora bien, la ciencia y la técnica han puesto en nuestras manos medios suficientes para que estos daños no se produzcan. Para ello, existe una reglamentación exhaustiva referente a la seguridad en las centrales nucleares. Pero por muy seguras que sean, las centrales nucleares producen unos residuos altamente tóxicos, que pueden convertirse en un grave problema medioambiental, ya que permanecen activos durante miles de años.


El consumo de energía es un índice que mide el desarrollo económico e industrial de los núcleos de población.

Aunque nuestras reservas de recursos energéticos son relativamente abundantes, no durarán indefinidamente. Desde el punto de vista económico, son bienes escasos y su producción es cara, por lo que es necesario evitar cualquier despilfarro. Esto significa que hay que evitar que se pierda energía durante su extracción, manipulación y transporte, y que debemos aprovecharla al máximo a través del ahorro individual y colectivo.

Para que los consumidores no derrochen energía, a menudo se establecen medidas de penalización de carácter económico. De esta forma se intenta retrasar al máximo el agotamiento de los recursos no renovables. Aunque las instituciones públicas y privadas deben propiciar el ahorro energético, es necesario ahorrar energía en nuestro entorno doméstico y laboral, y lograr hábitos en nuestra vida cotidiana que contribuyan a su uso racional.

En nuestra comunidad el consumo final de energía (energía empleada en los sectores consumidores finales excluyendo la empleada en la generación eléctrica) alcanzó, en el año 2001, los 5.042 miles de toneladas equivalentes de petróleo (ktep). Este consumo se reparte territorialmente entre Bizkaia (46%), Gipuzkoa (37%) y Álava (17%)




Fuente
Unidades en ktep
Carbón y derivados
45
Derivados del petróleo
2.056
Gas natural
1.050
Energías derivadas
16
Energías renovables
263
Energía eléctrica
1.279

https://www.hiru.eus/es/geologia/la-materia
Agencia Internacional de la Energía - World Energy Outlook 2003.
https://www.hiru.eus/es/geologia/la-energia


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