miércoles, 27 de febrero de 2019

3.4. Sístole, diástole y pulso.


Ciclo cardiaco

La característica más relevante en el comportamiento contráctil del corazón es su función cíclica de bombeo, por ello los parámetros que mejor miden esta actividad son los valores de presión y volumen; de ahí que la descripción del ciclo cardíaco se realice mediante las medidas mencionadas a nivel de las cavidades cardíacas y en los vasos sanguíneos de entrada y salida del corazón.
El ciclo se desarrolla al mismo tiempo en las dos partes del corazón (derecha e izquierda), aunque las presiones son mayores en el lado izquierdo. La observación al mismo tiempo del
ECG permite correlacionar los cambios mecánicos con los acontecimientos eléctricos que los preceden; y añadidamente demuestra la unidad de acción del músculo auricular y ventricular.
El cierre y apertura de las válvulas cardiacas genera una serie de vibraciones y de turbulencias en el flujo sanguíneo, que se propagan por los tejidos y originan una serie de ruidos recogidos en un registro denominado fono cardiograma. De forma sencilla, pueden ser percibidos con la ayuda de un fonendoscopio. El 1º ruido, es producido por el cierre de las válvulas aurículoventriculares, en el inicio de la sístole ventricular, y el 2º ruido, es originado por el cierre de las válvulas semilunares, al inicio de la diástole ventricular. Este 2º ruido es menos sonoro que el 1º (de forma onomatopéyica suelen describirse como "lub" el primer ruido y "dub" el segundo).
Fases del ciclo cardíaco
o    Fase final de la diástole
o    Fase de sístole
o    Fase inicial y media de la diástole
En un adulto normal la frecuencia cardíaca es de 70 ciclos/ minuto, lo que supone menos de 1 segundo por ciclo. La duración media es de 0,8 segundos, los cuales no se distribuyen equitativamente entre sístole y diástole, ya que la diástole dura unos 0,5 segundos y la sístole 0,3 segundos.
El sistema circulatorio como sistema de tubos
El aparato circulatorio puede constituir uno de los ejemplos más claros y más asombrosos de sistemas de flujo por tuberías que se puede encontrar ya sea hecho por la naturaleza o por el hombre.
Cada una de sus partes representa un objeto que ya ha sido estudiado por la mecánica de fluidos y por la hidráulica, a lo largo de la historia; tales objetos son bombas, válvulas, tuberías de diámetros constantes, cambios de diámetros en tuberías, la viscosidad en el fluido, la presión en una tubería, la velocidad del flujo, el caudal y el volumen total.
Se pretende dar una breve descripción de dicho aparato, enfocándolo desde la mecánica de fluidos y la hidráulica para ayudar a afianzar ciertos conceptos que tal vez se pueden comprender con mayor claridad cuando se tiene un ejemplo tan presente y tan real como es, en este caso, el aparato circulatorio.
El sistema
El sistema circulatorio constituye un circuito continuo, en el que el volumen impulsado por el corazón es el mismo volumen que debe circular por cada una de las subdivisiones de la circulación. Puede dividirse en dos partes principales que son el sistema de circulación general y el de circulación pulmonar.
En el sistema de circulación pulmonar, el corazón lleva la sangre pobre en oxígeno a los pulmones, donde puede deshacerse de las toxinas que tenía y disolver nuevo oxígeno para distribuirlo después al cuerpo; en esta circulación pulmonar también se encuentra el recorrido que hace la sangre rica en oxígeno de vuelta al corazón. El sistema de circulación general consiste en distribuir la sangre rica en oxígeno haciendo un recorrido por todo el cuerpo y llegando finalmente, pobre en oxígeno, de nuevo al corazón.
La sangre fluye casi sin resistencia en todos los grandes vasos de la circulación, pero no en arteriolas y capilares. Para que la sangre pueda atravesar los pequeños vasos en que se presenta resistencia, el corazón manda sangre a las arterias a presión elevada (hasta aproximadamente 120 torr).
Las bombas y las válvulas del corazón
El corazón es el músculo que permite que se dé la circulación de la sangre a lo largo de todo el sistema, ya que se compone de unas bombas que se encargan de impulsar la sangre hacia las arterias. Está formado en esencia por dos bombas que trabajan simultáneamente, una a cada lado del corazón. La bomba que está en el lado derecho recibe sangre pobre en oxígeno que viene de hacer un recorrido por todo el cuerpo, y se encarga de impulsarla hacia los pulmones. La bomba del lado izquierdo del corazón recibe sangre rica en oxígeno proveniente de los pulmones y la distribuye por impulsión al resto del cuerpo. Cada lado del corazón se compone de una aurícula que recibe sangre venosa, y un ventrículo que impulsa la sangre a lo largo de las arterias.
El ciclo cardiaco tiene dos fases que son diástole y sístole. Durante la diástole, el músculo se relaja permitiendo la entrada de la sangre a las aurículas que al llenarse presentan altas presiones; tales presiones obligan a las válvulas tricúspide y mitral a abrirse, permitiendo así el paso de la sangre a los ventrículos que los llena totalmente debido a una contracción total que se da en las aurículas. Durante la sístole, las válvulas tricúspide y mitral se cierran, los ventrículos llenos se contraen y obligan la apertura de las válvulas aórtica y pulmonar para permitir la salida de la sangre al resto del cuerpo. Finalmente el corazón se relaja, cierra las válvulas aórtica y pulmonar, y comienza una nueva diástole.






   


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